viernes, 19 de julio de 2013

Los ruidos molestos / Los molestos ruidos

El mes de Julio ha sido complicado en muchos sentidos (trabajo, viajes, Sanfermines, vacaciones) y una consecuencia directa ha sido tener muy abandonado el blog. Espero que ahora que poco a poco voy a tener que ir volviendo a la normalidad pueda volver a escribir con asiduidad porque, desde luego, tengo en el interior de mi cabeza ideas sobre las que escribir.

En uno de los viajes en tren que he realizado en este mes me tocó sentir la desagradable sensación de intentar dormir y no poder porque había un traqueteo (probablemente imperceptible para el resto de pasajeros) que se metió hasta el fondo de mi cabeza y no pude conciliar el sueño.

Y es que en la mayoría de los casos son ruidos minúsculos, ya digo, probablemente imperceptibles para el resto de personas, pero son unos ruidos que si se te cruzan, llegan a ser realmente molestos. En este caso era el traqueteo del tren que hacía vibrar ligeramente el asiento y producía un pequeño ruido, pero en el último mes he tenido una experiencia similar: el llanto del chino filipino que no me dejó dormir en casa de Zapata en Madrid.

Estos molestos ruidos siempre tienen dos características principales comunes: no sabes que están ahí hasta que te concentras en algo y son tremendamente repetitivos. Mientras vas hablando o haciendo cualquier tipo de "ejercicio" que no requiera concentración, ni los notas. Pero como quieras leer, ver una película, escuchar música o dormir, ¡ay amigo, date por jodido!, una vez lo oigas una vez, ya no lo vas a dejar de oír por mucho que quieras.

¡Dicho queda!

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