lunes, 22 de julio de 2013

Las paradojas de las villavesas

Para los que no sean de Mordor, VILLAVESA: Autobús interurbano. Guagua.

El término me hace bastante gracia tiene su historia: proviene de "La Villavesa", que fue la primera sociedad destinada al transporte de pasajeros interurbano en Pamplona. Obviamente, tenía su sede social en Villava (localidad muy cercana a Pamplona), y de ahí su nombre, pese a que la sociedad se disolvió en 1969. Wikipedia dixit.

Pues bien. Aunque ya no sea una villavesa, para qué le vas a cambiar el nombre si toda la vida le has llamado villavesa? Es como si ahora la marca kleenex se disolviera. Pasarías a llamar a los pañuelos de papel con ese nombre (pañuelos de papel)? Pues claro que no. Seguirían siendo "los clínex de toda la vida"...

Pero bueno, que lo que quiero aquí contar es algo que me ha pasado ya en un par de ocasiones últimamente y que estoy seguro que a muchos de vosotros también os habrá pasado en alguna que otra ocasión. Yo le llamo "las paradojas de las villavesas".

He de aclarar en primer lugar que no soy un asiduo usuario de las villavesas. Al menos, no lo era. Pero últimamente, con la de problemas que me ha dado la batería del coche, he rememorado viejos tiempos: mi hora y media diaria en "la 7" para ir de casa al colegio y del colegio a casa. Eso sí que daría para un gran post, pero esa es otra historia.

Como decía no suelo utilizar este medio de transporte. Y esa puede ser una de las razones por las que me ocurren estas paradojas. Antes, sabía perfectamente para cada día de la semana (y cada día era ligeramente diferente) a qué hora debía salir de casa para llegar a la parada exactamente en el momento en que llegaba la villavesa. Y no es broma. Ahora, si llego a menos cinco a la parada, veo como justo la villavesa se marcha sin mí. Pero es que si llego un minuto antes, me toca esperar 5 minutos en la parada porque la villavesa se retrasa. Me ha pasado más de una vez (y más de dos) eso de estar esperando al paso de cebra de la plaza Príncipe de Viana y ver cómo se escapa "la 20" en mis narices.

Y es que esa es la primera paradoja: No importa a qué hora llegues, a la parada, siempre lo harás o unos segundos tarde o unos minutos antes.

Como ya he dicho, esta primera paradoja se puede paliar con la experiencia y llega un momento en que perfeccionas los horarios de tu villavesa.

Pero si tienes la desgracia de llegar unos segundos tarde a la parada y tienes que esperar a que venga otra, entonces te encuentras de bruces con la segunda paradoja y esa es inevitable incluso para los más experimentados: El tiempo que esperas en la parada de villavesa es SIEMPRE sensiblemente superior al que te dice la marquesina (otro término que me hace mucha gracia) y, además, verás amenizado tu tiempo con un sinfín de villavesas que, obviamente, no son la tuya y que están llegando con una frecuencia mucho mayor que la que indica la marquesina.

Es matemático. Pongo mi ejemplo (REAL): se me escapa "la 20" en las narices. Según la marquesina, la siguiente "20" ha de llegar 20 minutos más tarde (tengo la desgracia de que la villavesa que uso tiene además una frecuencia muy baja). Pues bien, la siguiente "20" tarda en llegar en realidad 25 minutos y en esos 25 minutos me ha dado tiempo a ver 5 "4H" y 5 "4V" (que supuestamente tienen una frecuencia de 6 minutos cada una), pero es que también me da tiempo a ver 2 "25" (que supuestamente tienen una frecuencia inferior a la línea que yo uso). No hace falta ser un "hacha" de las matemáticas para ver que ahí se está dando una paradoja...

Pero es que es más, me atrevo a decir que seguro que si la villavesa que necesito es "la 25", entonces veo pasar "20" con mucha mayor frecuencia.

¡Dicho queda!

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