miércoles, 5 de junio de 2013

¿Eramos más felices sin WhatsApp?

Lanzo la pregunta al aire aunque yo tengo clara mi respuesta: NO. Y eso que tradicionalmente he sido siempre un "anticuado" en esto de las nuevas tecnologías (¡manda huevos que sea ingeniero de telecomunicación!): no tuve mi primer teléfono móvil ni mi primer smartphone (y, por ende, mi primer contacto con WhatsApp) hasta mucho después que el resto de mis amigos. Fui el último. Me negaba... ¡Juventud!

Partiendo de la base de que WhatsApp es una aplicación bestial (sólo de pensar la cantidad de SMS a razón de 0,17 € por mensaje que habré mandado...), he de reconocer que muchas veces dan ganas de borrar la aplicación. Especialmente si el smartphone del que dispones no es de lo más potentes del mercado y el relojito de arena comienza a aparecer con asiduidad o después de un día duro de trabajo te encuentras con 300 whatsapps sin leer... Pero todo esto se debe al mal uso que le damos a la aplicación.

La aplicación a modo individual funciona perfectamente y es un sustituto ideal del SMS (sólo tiene una desventaja y es que necesitas tener acceso a Internet, aunque eso hoy en día no es problema). Pero es que además permite escribir mensajes al concepto de "Grupo": es decir, mandas un texto e inmediatamente le llega a todos las personas del grupo. Si a todo esto le unes que permite adjuntar archivos (imágenes/audios/vídeos), te haces una idea del potencial de la aplicación. Pero creo que todos debemos tener en cuenta una serie de cuestiones a la hora de utilizar el WhatsApp en modo "Grupo":
  1. Lo que no puede ser es que se discutan detalles de eventos importantes (la comida de San Fermín, el viaje de vacaciones a Ibiza, ...) por Whatsapp. ERROR.
  2. Tampoco puede utilizarse para hacer una votación. ERROR.
  3. Tampoco para dar mensajes importantes o discusiones de índole profunda porque puede que pasen desapercibidos al interesado. ERROR
En esos 3 flagrantes casos (y seguro que hay muchos más) lo más posible que vaya a pasar es que alguno de tus amigos no esté atento al móvil en el momento en que la "tormenta" se desencadena y cuando quiere darse cuenta se encuentra con 152 whatsapps sin leer. Sabéis que se hace en ese caso, ¿no?: leer COMO MUCHO los 5 últimos mensajes (probablemente ya nada tengan que ver con la discusión original) y PASAR del tema. ERROR.

Aunque no lo creamos, existen medios alternativos (correo, Doodle, llamada, ...), que probablemente sean más adecuados en cada uno de esos casos.

Entonces, ¿para qué sirve WhatsApp?. Yo lo tengo claro: para esas conversaciones absurdas surgidas del puro aburrimiento o para esas imágenes y vídeos graciosos, o asquerosos, o subidos de tono que nos alegran diariamente. Lo sé, probablemente el creador de WhatsApp no lo hizo con esta finalidad, pero creo que es una finalidad tan digna (y rentable) como cualquier otra.

¡Dicho queda!

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